En una votación que ha encendido el debate nacional, los republicanos de la Cámara de Representantes rechazaron una enmienda demócrata destinada a prohibir que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) utilice fondos federales para detener o deportar a ciudadanos estadounidenses.
Durante una sesión del Comité Judicial de la Cámara, la representante demócrata Pramila Jayapal presentó una enmienda a un proyecto de ley de presupuesto, buscando garantizar la protección de los ciudadanos estadounidenses contra la detención y deportación por parte de ICE. Sin embargo, los republicanos votaron en contra de la medida.
Esta decisión se produce en un contexto de creciente preocupación por las políticas de inmigración de la administración Trump, que incluyen propuestas controvertidas como el envío de ciudadanos estadounidenses condenados por delitos violentos a prisiones en El Salvador. Además, se han levantado acusaciones de deportaciones sin el debido proceso legal, lo que podría entrar en conflicto con decisiones de la Corte Suprema.
La polémica se intensifica con informes sobre la remoción de niños estadounidenses enviados a Honduras con sus madres, lo que ha generado preocupación por la falta de garantías procesales. Las encuestas recientes muestran una división casi equitativa entre los estadounidenses sobre la gestión de la inmigración por parte de Trump.
Las declaraciones de los legisladores reflejan la polarización del debate. Mientras que los republicanos defienden la necesidad de medidas enérgicas para proteger la seguridad nacional, los demócratas advierten sobre la violación de los derechos civiles y la ilegalidad de deportar a ciudadanos estadounidenses.
La representante Pramila Jayapal declaró: "Mi enmienda es simple, y espero que tenga apoyo bipartidista. Simplemente establece que ninguno de los fondos en este proyecto de ley puede ser utilizado por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas para detener o deportar a ciudadanos estadounidenses. Ya sea demócrata o republicano, espero que todos podamos estar de acuerdo en que los ciudadanos estadounidenses nunca deben ser detenidos por ICE ni por ninguna agencia que realice la aplicación de la ley de inmigración civil. Ciertamente no deben ser deportados".
La votación republicana en contra de proteger a los ciudadanos estadounidenses de las deportaciones de ICE ha generado un intenso debate sobre los límites del poder gubernamental y la protección de los derechos civiles. La controversia subraya la división política en torno a la inmigración y plantea preguntas sobre la legalidad y la ética de las políticas migratorias actuales.
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