El presidente Donald Trump ha dicho que podría enviar todavía más soldados a las ciudades de Estados Unidos. Lo dijo el martes pasado, explicando que esta acción es parte de un plan fuerte para acabar con la delincuencia en el país.
El presidente habló con los soldados en la Base Naval de Yokosuka en Japón. Fue muy claro en su mensaje: "Tenemos ciudades con problemas grandes. No podemos permitir que nuestras ciudades sigan así", comentó el presidente Trump.
"Ya estamos mandando a la Guardia Nacional, pero necesitamos más que eso", afirmó. La Guardia Nacional es un grupo de soldados de reserva que apoya a las autoridades en momentos difíciles. El presidente dijo que va a enviar "más que la Guardia Nacional" para que las ciudades vuelvan a ser seguras. Añadió que no habrá más gente muriendo en las ciudades, y que lo hará "le guste a la gente o no".
En lo que va de este año, el presidente ya ha enviado a la Guardia Nacional a varias ciudades grandes, como Los Ángeles; Washington, D.C.; Chicago, y Portland. Su gobierno dice que estos soldados son necesarios para pelear contra la delincuencia y también para hacer que se cumplan las leyes de inmigración.
Sin embargo, a muchos políticos y abogados no les ha gustado la idea del presidente de enviar militares a las calles. Los que critican al presidente han notado que las ciudades a las que manda a los soldados son en su mayoría gobernadas por alcaldes que pertenecen al partido demócrata, el partido que no es el del presidente.
A pesar de las quejas y los problemas, la semana pasada el gobierno del presidente tuvo una buena noticia en los juzgados. Una corte federal de apelaciones le dio permiso, al menos por ahora, de enviar tropas de la Guardia Nacional por todo el estado de Oregón, donde está la ciudad de Portland. Esto le permite seguir con su plan de poner más seguridad en las calles.
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