El Presidente Trump "Rescata" a Argentina y Ayuda a su Amigo Milei

 Aún no se sabe si el gran apoyo de dinero a Argentina vaya a funcionar para su economía, pero lo que sí funcionó es el apoyo político.



El presidente Donald Trump ató la ayuda financiera de Estados Unidos al resultado de las elecciones de Argentina. Si su amigo, el político Javier Milei, perdía, el presidente Trump había dicho: "nos vamos". Pues bien, el partido de Milei ganó con un 41 por ciento de los votos en las recientes elecciones. Fue una victoria que se dio con la ayuda de que la economía argentina estaba "en espera" por la ayuda, pero una victoria al fin y al cabo.


Ahora, Milei tendrá más libertad para aplicar sus planes de austeridad (de mucho ahorro y recortes), sobre todo porque tendrá el respaldo del gobierno de Estados Unidos y de Scott Bessent, un financiero amigo del presidente Trump.


Ya se enviaron 20 mil millones de dólares del Tesoro de Estados Unidos a Argentina para tratar de estabilizar su moneda (el peso). Y otros 20 mil millones de dólares en préstamos privados podrían llegar, si Estados Unidos da su garantía. Es importante notar que esta ayuda se dio muy rápido, lo cual es muy diferente a la lentitud con la que se mueven las ayudas para los pobres en Estados Unidos.


El problema es que esta ayuda quizás ni siquiera funcione. En Argentina, los precios siguen subiendo mucho (la inflación está por encima del 200 por ciento) y el valor de su moneda sigue cayendo. Esto pasa aun después de que el país ya recibió 42 mil millones de dólares de ayuda de otras instituciones grandes como el Fondo Monetario Internacional (FMI).


Tal vez los fondos de Estados Unidos puedan frenar la caída y, más importante, salvar el dinero de los amigos inversionistas de Scott Bessent, que apostaron por el plan de Milei en los mercados mundiales. Pero la deuda total de Argentina es tan alta que este apoyo podría ser solo una ayuda temporal, un "subidón de azúcar" que dé tiempo a los grandes inversionistas para salir del país, pero que no sea suficiente para mantener a flote la economía de Argentina.


Para darle un empujón extra a la economía real, el presidente Trump anunció que Estados Unidos comprará mucha más carne de res de Argentina. Esto ayudaría a una industria clave de ese país y aseguraría que lleguen más dólares para ayudar a estabilizar su moneda.


Sin embargo, esta es una jugada clásica del presidente Trump: resolver un problema que él ve, pero causar otro.


El presidente Trump vendió la compra de carne argentina no como una ayuda a un país amigo, sino como una solución a los altos precios de la carne en Estados Unidos. La idea es que al multiplicar por cuatro la cantidad de carne que se puede comprar a Argentina (hasta 80,000 toneladas), habrá más bistecs y hamburguesas en los supermercados. Pero los ganaderos de Estados Unidos están muy enojados con esta decisión.

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