Las acciones de Nvidia han sufrido un golpe devastador, cayendo un 13% en la apertura del mercado del lunes y arrastrando consigo una asombrosa pérdida de aproximadamente 465,000 millones de dólares en capitalización de mercado. Este desplome no solo marca un hito negativo en la historia de la compañía, sino que también ha desencadenado un efecto dominó en el mercado, afectando a índices clave como el S&P 500 y el Nasdaq, que se desplomaron un 2.3% y un 3.6%, respectivamente.
La causa de esta caída se encuentra en la irrupción de DeepSeek, una prometedora startup china de inteligencia artificial que ha lanzado un modelo competitivo a precios mucho más accesibles que los de sus rivales estadounidenses. Este nuevo jugador ha encendido las alarmas entre los inversores, quienes se preguntan si las grandes empresas de EE. UU. han apostado demasiado por la tecnología de IA, especialmente cuando DeepSeek parece ofrecer resultados similares a los modelos más costosos.
Con un ascenso meteórico, DeepSeek ha conquistado el primer lugar en las listas de aplicaciones móviles tanto en China como en EE. UU., posicionándose como una amenaza real para el dominio estadounidense en el sector tecnológico. Su modelo R1, lanzado recientemente, se considera comparable en capacidades al aclamado ChatGPT de OpenAI.
Mientras los analistas advierten sobre las posibles repercusiones de esta feroz competencia, Nvidia, que ha sido uno de los principales beneficiarios del auge de la inteligencia artificial, se enfrenta a un futuro incierto. ¿Podrá la compañía adaptarse y recuperar su posición en un mercado que cambia rápidamente? La respuesta podría definir no solo su destino, sino también el rumbo de la industria tecnológica en su conjunto.
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