Donald lo vuelve a hacer, golpear duro, luego retroceder.

Otra vez Donald Trump da un exhibición de sus forma de negociar, ataca duro para llegar en mejores condiciones a la mesa de negociación.

Con la guillotina de los aranceles sobre las cabezas de México y Canadá, el presidente Donald por medio de llamadas telefónicas busca llegar a acuerdos con ambas naciones que sean favorables a la agenda que ha desplegado desde el primer día de su gobierno.

Así que Trump mezcla dos temas, comercio y seguridad, los aglutina, los pone como ficha de cambia para conseguir sus objetivos.

En primer lugar el quiere detener definitivamente el ingreso de nuevos migrantes a la nación americana.

En segundo lugar el combate al narcotráfico en particular al fentanilo por parte de ambas naciones, por lo que la acción de desplegar a la Guardia Nacional a la frontera norte es precisamente el tipo de medidas que le gustan a Donald.

Tercero siempre busca la mayor espectacularidad posible, quiere un desplegado de fuerzas que pueda vender a los medios y a su base electoral, también pretende que los migrantes que sean deportados en estos días, pues la tengan más difícil para regresar al país. Como todos saben la frontera es porosa, pero que halla un despliegue de fuerzas en ambos lados de la frontera encarece el cruce, lo que reduce la capacidad de las personas para intentarlo, que el cruce pase de 250 mil pesos a 300 o 400 mil, es un gasto que no muchos pueden hacer.

Por ahora los aranceles se mantienen en tasa cero, y las empresas tanto mexicanas como norteamericanas, tendrán que considerar en nuevas formas en que puedan combatir este tipos de medidas por parte de un gobierno que esta dispuesto a llegar al límite de lo legal para conseguir sus objetivos.