China ha negado la existencia de cualquier consulta o negociación sobre tarifas con Estados Unidos, desmintiendo rumores de un posible acuerdo. Esta declaración se produce en un contexto de creciente preocupación interna en EE. UU. sobre las políticas arancelarias del gobierno de Trump, que han llevado a una serie de demandas por parte de varios estados.
Negaciones de China
En una conferencia de prensa regular, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Guo Jiakun, respondió a las afirmaciones de que Beijing y Washington estaban en conversaciones para alcanzar un acuerdo sobre tarifas. "Ninguna de esas afirmaciones es cierta. Hasta donde sé, China y EE. UU. no están llevando a cabo ninguna consulta o negociación sobre tarifas, y mucho menos alcanzando un acuerdo", afirmó Guo.
El portavoz también subrayó que la guerra arancelaria fue iniciada por EE. UU. y que la posición de China es clara: "Lucharemos si es necesario. Nuestras puertas están abiertas si EE. UU. quiere dialogar. El diálogo y la negociación deben basarse en la igualdad, el respeto y el beneficio mutuo".
Comentarios sobre las Tarifas
En respuesta a los comentarios del presidente Trump sobre la posibilidad de reducir las tarifas, el portavoz del Ministerio de Comercio de China, He Yadong, señaló que el aumento unilateral de tarifas fue iniciado por EE. UU. "Si realmente quieren resolver el problema, deberían cancelar todas las medidas arancelarias unilaterales contra China y buscar una forma de resolver las diferencias a través de un diálogo equitativo", dijo He.
Mensajes Confusos desde EE. UU.
Recientemente, la administración de EE. UU. ha enviado mensajes contradictorios sobre las tarifas. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó que la administración Trump no reducirá unilateralmente las tarifas impuestas a China. Esto fue respaldado por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien también indicó que no había planes para que la administración tomara la iniciativa en la reducción de tarifas.
A pesar de estos comentarios, informes de medios sugieren que la administración Trump está considerando reducir significativamente las tarifas sobre las importaciones chinas para desescalar las tensiones comerciales. Un alto funcionario de la Casa Blanca mencionó que las tarifas podrían reducirse entre un 50% y un 65%.
Reacción de los Mercados
Los mercados reaccionaron rápidamente a los mensajes sobre tarifas del gobierno de EE. UU. Los futuros de EE. UU. cayeron después de que el secretario del Tesoro expresara dudas sobre una resolución oportuna de la guerra comercial, lo que llevó a una debilidad del dólar y un aumento en la demanda de refugios seguros como el franco suizo y el yen.
Oposición Interna Creciente
A medida que EE. UU. vacila en su postura sobre las tarifas, la oposición interna sigue creciendo. Tres líderes destacados del comercio minorista estadounidense —Doug McMillon de Walmart, Brian Cornell de Target y Ted Decker de Home Depot— se reunieron con el presidente para expresar sus preocupaciones sobre las políticas arancelarias propuestas, advirtiendo que estas podrían aumentar los precios para los consumidores y afectar las cadenas de suministro.
Un informe de Forbes estima que las tarifas podrían costar a los estadounidenses hasta $78 mil millones en poder adquisitivo anual en seis categorías de productos.
Demandas Legales
En medio de estas preocupaciones, una docena de estados estadounidenses han demandado a la administración Trump en la Corte de Comercio Internacional en Nueva York, argumentando que su política arancelaria es ilegal y ha dañado la economía estadounidense. Los estados demandantes incluyen Oregon, Arizona, Colorado, Connecticut, Delaware, Illinois, Maine, Minnesota, Nevada, Nuevo México, Nueva York y Vermont.
La situación actual refleja la complejidad de las relaciones comerciales entre EE. UU. y China, marcada por la incertidumbre y la oposición interna. A medida que las tensiones continúan, tanto en el ámbito internacional como en el doméstico, la necesidad de un diálogo constructivo y sincero se vuelve más urgente. La respuesta de China a las políticas de EE. UU. sugiere que cualquier avance en las negociaciones requerirá un cambio significativo en la postura estadounidense.
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