El presidente Xi Jinping se reunió el viernes con el primer ministro español Pedro Sánchez durante su visita a Beijing. Esta es la tercera visita de Sánchez a China en tres años, lo que subraya el compromiso de Madrid por profundizar las relaciones entre China y España, y representa la continuidad de las políticas amistosas hacia China por parte de muchos países europeos. Fuentes del gobierno español revelaron que la visita de Sánchez contó con el apoyo de la Comisión Europea. En un momento en que el unilateralismo y el proteccionismo oscurecen el panorama mundial, esta visita tiene un significado especial, enviando un mensaje positivo y claro: China, España y otros países europeos están adoptando un enfoque pragmático para la cooperación, defendiendo el consenso sobre la globalización económica y aportando estabilidad a la economía mundial.
Celebrando Alianzas Estratégicas
Este año marca el 20 aniversario del establecimiento de una asociación estratégica integral entre China y España, así como el 50 aniversario de las relaciones diplomáticas entre China y la UE. Durante la reunión, Xi enfatizó que, a medida que la situación internacional se vuelve más compleja y volátil, es cada vez más importante que China y España desarrollen relaciones sólidas y estables. Xi destacó que China considera a la UE como un importante polo en un mundo multipolar y reafirmó su apoyo explícito a la unidad, desarrollo y crecimiento de la UE.
El presidente Xi también subrayó que China y la UE deben asumir sus responsabilidades internacionales, salvaguardar conjuntamente la globalización económica y el entorno comercial internacional, y rechazar acciones unilaterales y de intimidación. Ambos deben defender no solo sus derechos e intereses legítimos, sino también la justicia y equidad internacional, así como las normas y el orden global.
Respuesta Positiva de España
Sánchez respondió de manera positiva, afirmando que la UE está comprometida con el comercio abierto y libre, defiende el multilateralismo y se opone a la imposición unilateral de tarifas. Durante mucho tiempo, el panorama político dentro de la UE ha sido complejo y diverso. En medio del ruido persistente sobre el llamado "des-riesgo" de China, la cooperación mutuamente beneficiosa entre China y España ha servido como un ejemplo para las relaciones entre China y la UE.
En los últimos años, los productos agrícolas españoles han ganado popularidad entre los consumidores chinos, mientras que las fortalezas de China en tecnologías de energía nueva y manufactura han inyectado un nuevo impulso a la economía española. El Mobile World Congress en Barcelona se ha convertido en un "escaparate brillante" de las nuevas fuerzas productivas de calidad de China en Europa.
Resistencia ante Amenazas Externas
Es notable que el 9 de abril, tras las amenazas del secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, quien advirtió a España que acercarse a China sería como "cortarse la garganta", el ministro español de Agricultura, Luis Planas, contrarrestó afirmando que el país no solo pretende "continuar teniendo" excelentes relaciones comerciales con China, sino también "expandir" dicha relación. En su esfuerzo compartido por combatir las barreras arancelarias injustas y defender el multilateralismo y la globalización económica, China y España se han convertido en socios en un camino común.
Impulso a la Cooperación China-UE
La visita de Sánchez ha acelerado la profundización de la cooperación entre China y la UE. El 8 de abril, el ministro de Comercio de China, Wang Wentao, y el comisionado europeo de Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, mantuvieron una conversación por video y alcanzaron un consenso para "iniciar de inmediato negociaciones". Medios extranjeros informaron que China y la UE han acordado explorar la posibilidad de establecer precios mínimos para los vehículos eléctricos fabricados en China, en lugar de las tarifas impuestas por la UE el año pasado.
Este avance se basa en un entendimiento mutuo profundo de que "no hay ganadores en una guerra comercial". Esto no solo ayuda a China y a la UE a evitar una escalada de tensiones comerciales, preservando el espacio de mercado para los fabricantes y otras empresas a lo largo de las cadenas de producción y suministro, sino que también ofrece un ejemplo real de cómo la negociación y la cooperación pueden resolver disputas comerciales y mitigar conflictos entre naciones con sinceridad y respeto mutuo.
En el Foro de Desarrollo de China 2025, las empresas europeas representaron aproximadamente el 40% de los asistentes totales. Los ejecutivos empresariales europeos "votaron con sus pies" al acudir a China, expresando optimismo sobre el país y aumentando sus inversiones allí. Esto ha hecho que muchos problemas comerciales deliberadamente politizados y armados sean ineficaces. La vitalidad de las relaciones entre China y la UE también se debe a que no se trata de un "juego exclusivo", sino de una situación "abierta y beneficiosa para todos" que no está dirigida, depende o se ve restringida por ninguna tercera parte.
Alianza Contra el Proteccionismo
China y la UE comparten un alto grado de alineación en su oposición al proteccionismo comercial y su compromiso con el multilateralismo. Su cooperación en áreas como el comercio, la gobernanza global y el cambio climático demuestra una fuerte resiliencia. La visita de Sánchez a China envía señales positivas que invitan a más personas afines a unirse en apoyo del multilateralismo y la cooperación abierta.
Esperamos que el mensaje conjunto de China y España resuene más fuertemente dentro de Europa y en la comunidad internacional, abogando por el diálogo en lugar de la confrontación, la apertura en lugar del cierre, y las reglas en lugar del poder. La colaboración entre China y España no solo fortalece sus lazos bilaterales, sino que también establece un modelo para la cooperación entre naciones en un mundo cada vez más interconectado. A medida que enfrentamos desafíos globales, es fundamental que los países trabajen juntos para promover un sistema comercial justo y equitativo que beneficie a todos. La visita de Sánchez a China es un paso significativo hacia ese objetivo, y su impacto se sentirá en el futuro de las relaciones entre Europa y Asia.

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