El plazo autoimpuesto por el presidente Donald Trump para implementar la primera ronda de aranceles a Canadá, México y China, establecido para el 1 de febrero, está a solo horas de cumplirse. Sin embargo, persisten numerosas incógnitas sobre los detalles de estos impuestos prometidos.
Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, confirmó el viernes por la tarde que el plan para imponer aranceles del 25% a Canadá y México, y del 10% a China, sigue en pie. Además, indicó que "esos aranceles estarán disponibles para el consumo público en aproximadamente 24 horas". Leavitt también negó rotundamente un informe de Reuters que sugería que Trump estaba considerando retrasar la implementación de los aranceles por un mes, calificando el reporte como "falso". Reiteró que el presidente está comprometido a avanzar con el plan a partir del sábado, aunque no ofreció detalles sobre exenciones u otros aspectos clave.
"El presidente ha dejado muy claro que estos aranceles se implementarán y estarán en vigor. Si en algún momento decide revertirlos, será su decisión. Pero a partir de mañana, los aranceles estarán vigentes", afirmó Leavitt.
Este anuncio siguió a las advertencias hechas por Trump el jueves sobre los aranceles del 25% a las importaciones de México y Canadá, los dos principales socios comerciales de Estados Unidos. Sin embargo, el presidente añadió incertidumbre al señalar que algunas disposiciones, particularmente las relacionadas con el petróleo, aún no estaban decididas.
Los comentarios y señales contradictorias de esta semana han dejado a muchas empresas en un estado de espera, sin saber cómo proceder. Mientras tanto, líderes de Canadá y México han expresado confusión y frustración ante la falta de claridad sobre las medidas que pueden tomar, especialmente dado que Trump ha citado problemas migratorios y el tráfico ilegal de fentanilo como justificación para los aranceles.
Leavitt envió un mensaje directo al primer ministro canadiense, Justin Trudeau: "Creo que Justin Trudeau sería prudente al hablar directamente con el presidente Trump antes de hacer comentarios extravagantes a los medios".
Impacto en los negocios
Los líderes empresariales han expresado preocupación por las posibles consecuencias de estos aranceles. El petróleo, principal exportación de Canadá a Estados Unidos, se ha convertido en un punto de fricción clave en las negociaciones de última hora.
Matthew Holmes, de la Cámara de Comercio de Canadá, declaró el jueves por la noche que cualquier arancel sería perjudicial para ambas partes. "Seguiremos trabajando con nuestros socios para demostrar al presidente Trump y a los estadounidenses que esto no hace la vida más asequible. Al contrario, la encarece y desestabiliza a nuestras empresas integradas", dijo.
La incertidumbre ya podría estar afectando las decisiones comerciales. Kevin Gordon, de Charles Schwab, señaló que la naturaleza impredecible de las políticas comerciales de Trump, como la breve guerra arancelaria de 10 horas con Colombia el fin de semana pasado, está causando que las empresas reconsideren sus inversiones. "Ese tipo de toma de decisiones es lo que hace que las empresas den un paso atrás y detengan su gasto", comentó durante una conversación en Yahoo Finance.
Gordon recordó que las tensiones comerciales y la política de mano dura de Trump en 2018 y 2019 ya habían provocado una desaceleración significativa en el gasto empresarial.
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