Tanto el Ministerio de Relaciones Exteriores de China como la Embajada de China en Panamá han respondido enérgicamente a los recientes comentarios del Secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth, sobre el Canal de Panamá. Ambos instaron a EE. UU. a cesar la difusión de desinformación y a dejar de vincular a China con el canal como pretexto para avanzar en sus propias ambiciones de control.
Comentarios de Hegseth
Durante su visita a Panamá, Hegseth afirmó que "EE. UU. recuperará el Canal de Panamá de la influencia china". Según él, las empresas chinas continúan controlando infraestructura crítica en la zona del canal, lo que, según su opinión, otorga a China la capacidad de realizar actividades de vigilancia en Panamá, comprometiendo así la seguridad y soberanía de ambos países.
Hegseth, tras conversaciones con el gobierno panameño, se comprometió a profundizar la cooperación en seguridad con las fuerzas de Panamá y aseguró que China no debería poder "armar" el canal a través de las relaciones comerciales de las empresas chinas para actividades de espionaje.
Reacción de China
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, rechazó firmemente los comentarios de Hegseth, acusándolo de atacar maliciosamente a China y de socavar la cooperación entre China y Panamá. Lin enfatizó que es evidente quién realmente desea controlar el Canal de Panamá y que EE. UU. debería reflexionar sobre su propia historia de amenazas a la soberanía de otros países.
Lin también instó a EE. UU. a dejar de propagar rumores y a no vincular a China con el canal con intenciones maliciosas. "El compromiso y la concesión no protegen la soberanía ni ganan respeto, solo alientan al acosador", añadió.
Contexto Histórico
En su discurso inaugural en enero, el presidente de EE. UU., Donald Trump, afirmó sin pruebas que China controlaba el canal de 50 millas y prometió que EE. UU. lo recuperaría, considerándolo "vital" para la seguridad nacional. La Embajada de China en Panamá también emitió una declaración solemne en respuesta a los comentarios de Hegseth, instando a EE. UU. a reflexionar sobre su historia de acoso y explotación en América Latina y el Caribe.
La embajada subrayó que China nunca ha participado en la gestión o operación del Canal de Panamá y que siempre ha respetado la soberanía de Panamá sobre el canal, reconociendo que es una vía internacional permanentemente neutral.
Acuerdos y Cooperación
Desde la firma de un Memorando de Entendimiento sobre cooperación en la Iniciativa de la Franja y la Ruta en noviembre de 2017, China y Panamá han disfrutado de un fortalecimiento en el apoyo político, aumento de inversiones y cooperación en diversas áreas, lo que ha traído beneficios tangibles para Panamá y su población.
La embajada también destacó que EE. UU. ha ignorado los hechos y ha exagerado la supuesta "amenaza china", intentando socavar la cooperación entre China y Panamá para sus propios fines geopolíticos. "La decisión de Panamá de desarrollar relaciones con China es una elección soberana que refleja la voluntad del pueblo panameño", afirmaron.
Los comentarios de Hegseth dejan claro que EE. UU. no considera a Panamá como un país soberano digno de respeto, sino como un peón en su juego geopolítico. Esta política refleja un desprecio evidente por la soberanía de Panamá y una intromisión descarada en sus asuntos internos, con el objetivo de arrastrar a Panamá a la estrategia de competencia estratégica de Washington con China.
El profesor Li Haidong, de la Universidad de Relaciones Exteriores de China, advirtió que al intentar involucrar a Panamá y potencialmente a otros países en una rivalidad de grandes potencias, EE. UU. corre el riesgo de crear más inestabilidad en el orden internacional y profundizar las fricciones y divisiones con otras naciones. Este enfoque de coerción y manipulación, que impone su voluntad a otros, está destinado a fracasar.
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