Wall Street sigue en caída libre. Después de que los planes arancelarios de Trump llevaron a los principales índices a su peor jornada desde 2020, el anuncio de aranceles de represalia por parte de China provoca otro duro golpe en la bolsa neoyorquina.
El índice Dow Jones se desplomó 946 puntos en la apertura, lo que representa una caída del 2.33%, situándose en 39,599 puntos. Caterpillar fue la acción más afectada, con una caída del 5.8%, mientras que los bancos JPMorgan Chase y Goldman Sachs también experimentaron descensos cercanos al 5%. Entre las pocas acciones que lograron subir, UnitedHealth avanzó un 0.47% y Procter & Gamble apenas un 0.27%. El S&P 500 cayó un 2.37%, cerrando en 5,268 puntos, y el Nasdaq retrocedió un 2.88% hasta los 16,073 puntos.
Wall Street viene de una jornada difícil el jueves, que resultó ser la peor para los tres grandes índices desde 2020, durante la pandemia de COVID-19. El Dow Jones perdió más de 1,600 puntos, o un 4%, siendo el S&P 500 el más penalizado con una caída del 4.8%, mientras que el Nasdaq, centrado en tecnología, se desplomó casi un 6%.
En el contexto semanal, el Nasdaq Composite ha liderado las caídas, con una pérdida del 4.5% hasta el cierre del jueves. El S&P 500 y el Dow Jones han caído un 3.3% y un 2.5%, respectivamente, en lo que va de semana. Tanto el Nasdaq como el S&P 500 se dirigen hacia su peor rendimiento semanal desde septiembre de 2024, marcando la sexta semana negativa en las últimas siete.
Con las caídas de ayer, el S&P 500 volvió a entrar en territorio de corrección, que se define como una caída de más del 10% desde su último máximo. La situación es aún más grave para el Russell 2000, que se centra en empresas de pequeña capitalización y ya se encuentra en un mercado bajista, lo que indica una caída del 20% desde su último máximo. Solo ayer, perdió un 6%.
Aunque pocos valores se salvaron de la caída, la atención se centra en el fuerte impacto en los gigantes tecnológicos. Las "Siete Magníficas" —Apple, Microsoft, NVIDIA, Amazon, Alphabet, Meta (Facebook) y Tesla— han perdido en conjunto un billón de dólares de los 2.5 billones que se evaporaron del mercado.
Todo esto ocurre tras el shock que supuso el anuncio de aranceles generalizados por parte de Trump. A partir del 5 de abril, EE.UU. impondrá aranceles recíprocos a las importaciones, con un impuesto base del 10%, que se multiplicará en el caso de muchos países, incluidos los de la Unión Europea y China.
Los inversores se preguntan ahora si los países podrán llegar a acuerdos comerciales con EE.UU. para reducir estos aranceles. Trump declaró el jueves que está abierto a negociaciones comerciales, lo que representa un cambio radical respecto a declaraciones anteriores de funcionarios de su administración.
Sin embargo, China ya ha respondido con firmeza. El Ministerio de Finanzas del gigante asiático anunció que impondrá un arancel del 34% a todos los bienes importados de EE.UU. a partir del 10 de abril, en respuesta a las tarifas anunciadas por Trump, según el medio estatal Xinhua.
“Puede que la administración Trump esté jugando a la gallina con sus socios comerciales, pero los participantes del mercado no están dispuestos a esperar los resultados”, advirtió Michael Arone, estratega jefe de inversiones de SPDR en State Street Global Advisors. “Los inversores primero venden y luego preguntan”.
“Vemos 5,300 como el objetivo a corto plazo para el S&P 500, pero si la incertidumbre arancelaria persiste o las negociaciones con los socios comerciales no prosperan, los riesgos de una caída por debajo de los 5,000 se vuelven reales”, advierten los estrategas de UBS Global Research. “La probabilidad de que las acciones estadounidenses entren en un mercado bajista es cada vez mayor”.
Uno de los grandes perjudicados por las represalias chinas es Apple, ya que el gigante asiático representa aproximadamente el 80% de su capacidad de producción. Sus acciones cayeron un 3.20% tras el desplome del 9% de ayer.
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