El ambicioso proyecto DOGE de Elon Musk, destinado a generar enormes ahorros en el presupuesto federal, ha resultado ser un fiasco. Un nuevo análisis revela que, lejos de reducir el gasto, este ha aumentado en $171 mil millones en comparación con los años anteriores.
La organización de noticias sin fines de lucro NOTUS, tras examinar los informes diarios del Tesoro, descubrió que desde que el presidente Trump implementó el DOGE, el gobierno federal ha gastado una cantidad alarmante por encima de lo previsto.
Musk, quien inicialmente prometió ahorros de $2 billones, ahora habla de una cifra mucho menor, alrededor de $150 mil millones para este año. Sin embargo, incluso esta cifra podría desvanecerse al considerar los costos adicionales generados por las disrupciones causadas por el DOGE.
"Musk no solo está inflando enormemente el dinero que ha ahorrado, sino que no está teniendo en cuenta el desperdicio exponencialmente mayor que está creando", declaró Max Stier, director ejecutivo de Partnership for Public Service, al New York Times. "Ha infligido estos costos al pueblo estadounidense, que los pagará durante muchos años".
Otro informe de INC señala que, entre la pérdida de ingresos fiscales y los costos de indemnización por despidos, el DOGE podría costar mucho más de lo que la agencia afirma haber ahorrado.
Un problema crítico es que muchos empleados afectados por los recortes aún no pueden ser despedidos debido a una batalla legal en curso. Miles de trabajadores continúan recibiendo su salario y beneficios mientras permanecen en licencia administrativa.
Además, existe una gran preocupación por la posible pérdida de ingresos debido a los recortes en el Servicio de Impuestos Internos (IRS). The Washington Post estima que se podrían perder hasta $500 mil millones en ingresos federales debido a la disminución de la presión para presentar declaraciones.
El Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale va aún más lejos, estimando pérdidas de más de $562 mil millones en la próxima década.
Para colmo, los recortes se están aplicando a áreas que representan una fracción minúscula del presupuesto federal. La Seguridad Social, los pagos de la deuda y el gasto en defensa eclipsan por completo el resto del presupuesto.
"El gobierno es demasiado grande; los recortes que ha hecho el DOGE son demasiado pequeños", afirmó Alex Nowrasteh, vicepresidente de estudios de política económica y social del Cato Institute, a NOTUS. "Vamos a ver algunos pequeños cambios aquí y allá, el cierre de algunas agencias pequeñas aquí y allá, como ya hemos visto, pero en términos de aparecer en la línea del presupuesto federal, en su línea base, es un error de redondeo".
El Cato Institute insiste en que cualquier recorte significativo del gasto gubernamental debe provenir del Congreso, ya que este controla el presupuesto. Aunque el DOGE ha puesto de manifiesto la mala gestión del gasto federal, los legisladores deben actuar o se perderá una oportunidad crucial para un cambio real.
En conclusión: El proyecto DOGE de Elon Musk, lejos de generar ahorros, ha provocado un aumento significativo del gasto federal. Las pérdidas de ingresos y los costos inesperados amenazan con superar cualquier ahorro potencial. La clave para un cambio real en el gasto gubernamental reside en la acción del Congreso, que debe aprovechar la atención generada por el DOGE para implementar reformas significativas.
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