Donald Trump parece estar cada vez más desesperado por solucionar las repercusiones de sus políticas arancelarias. La administración de Trump ha estado solicitando una llamada del presidente chino, Xi Jinping, a pesar de las afirmaciones de Trump de que su política de tarifas recíprocas había llevado a las naciones a apresurarse a negociar con él. Sin embargo, en lugar de fomentar negociaciones, parece que su desesperación solo ha empeorado la situación.
Aumento de Tarifas por Parte de Beijing
El viernes, Beijing anunció que aumentaría las tarifas sobre los productos estadounidenses del 84% al 125%, tras la confirmación de la Casa Blanca el día anterior de que impondría tarifas del 145% sobre los bienes chinos.
Antes del anuncio del jueves, la administración Trump había intentado persuadir a los funcionarios chinos para que no impusieran más tarifas de represalia y les aconsejó que su presidente llamara a Trump, según CNN. Sin embargo, en lugar de recibir una invitación a una reunión, los funcionarios estadounidenses se despertaron el viernes con la noticia de más tarifas y sin ninguna solicitud para iniciar negociaciones.
Falta de Progreso en las Negociaciones
El representante comercial de EE. UU., Jamieson Greer, confirmó el viernes por la mañana que aún no se habían iniciado conversaciones con los funcionarios chinos para revertir las tarifas. La Casa Blanca ha afirmado haber comenzado negociaciones con funcionarios de 75 países, aunque se ha negado a revelar cuáles son, en respuesta a la política de tarifas recíprocas de Trump. China ha sido un notable ausente en estas negociaciones y, por lo tanto, fue excluida de la pausa de 90 días de Trump sobre las nuevas tarifas que entrarían en vigor.
Durante aproximadamente dos meses, la administración Trump ha estado insistiendo en que China debe hacer el primer movimiento, pero sin éxito. Trump afirmó el miércoles que "China quiere hacer un trato. Simplemente no sabe cómo proceder", señalando que los chinos son un pueblo "orgulloso".
Respuesta de China
El Ministerio de Finanzas de China emitió un comunicado el viernes afirmando que no caerá en el evidente acoso de Trump. "Incluso si EE. UU. continúa imponiendo tarifas más altas, ya no tendrá sentido económico y se convertirá en una broma en la historia de la economía mundial", dijo el ministerio en el comunicado, que fue traducido por CNBC.
"Con las tarifas actuales, ya no hay mercado para los productos estadounidenses importados a China", continuó el comunicado, añadiendo que "si el gobierno de EE. UU. sigue aumentando las tarifas sobre China, Beijing lo ignorará".
La situación actual refleja la creciente tensión entre EE. UU. y China, con ambos países atrapados en un ciclo de represalias arancelarias. A medida que la administración Trump busca desesperadamente una solución, la falta de progreso en las negociaciones sugiere que la resolución de este conflicto no será fácil. La respuesta firme de China indica que no cederá ante la presión, lo que complica aún más el panorama para futuras negociaciones.
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