Preocupación en EE. UU.: El 70% de los estadounidenses teme que el Seguro Social no esté ahí para su jubilación



Una nueva encuesta del Centro Transamerica de Estudios sobre la Jubilación (TCRS) ha revelado una profunda ansiedad entre los estadounidenses sobre su futuro financiero. Según el estudio, 7 de cada 10 ciudadanos (71%) que aún no se han retirado de la vida laboral están preocupados de que el Seguro Social, el pilar de su jubilación, no exista para cuando lo necesiten.


Esta preocupación se ha convertido en una de las más grandes entre los estadounidenses, solo superada por el miedo a que una enfermedad requiera cuidados a largo plazo (39%). El 37% de los encuestados citó como su mayor miedo que el Seguro Social se reduzca o desaparezca. La inquietud tiene una base real: el informe más reciente de los fideicomisarios del Seguro Social proyecta que sus fondos de inversión se agoten para 2034. Si no se toman medidas, esto podría desencadenar un recorte automático de aproximadamente 21% en los beneficios, una situación que, según expertos, se debe a la falta de acción política.


Doug Carey, un planificador financiero, atribuye este miedo a la inacción de los políticos. Según él, la mayoría de los legisladores no quieren tocar el tema del Seguro Social por temor a dañar su reputación y sus posibilidades de reelección, lo que hace que el problema se postergue constantemente. Como resultado, muchos estadounidenses están ajustando sus planes de jubilación, asumiendo que sus beneficios se reducirán entre un 25% y un 50%. Algunos incluso están optando por solicitar los beneficios a la edad más temprana posible (62 años) para "asegurarlos", creyendo que una vez iniciados, es menos probable que se reduzcan.


La encuesta también destaca la importancia del Seguro Social en la vida de muchos jubilados. Para casi un tercio de los estadounidenses (32%), se espera que el Seguro Social sea su fuente principal de ingresos en la jubilación. Esta dependencia es aún mayor entre las mujeres jubiladas, donde casi 6 de cada 10 (59%) lo consideran su principal fuente de ingresos, en comparación con el 47% de los hombres.


Jackson Ruggiero, cofundador de DisabilityGuidance.org, señaló que los hallazgos de la encuesta no son sorprendentes. Afirma que si bien el programa enfrenta desafíos financieros reales, la gente simplemente no confía en que el Congreso lo solucione a tiempo. Ruggiero aconseja a los trabajadores más jóvenes a adoptar un enfoque equilibrado: planificar como si los beneficios pudieran reducirse, pero no desaparecer. Les recomienda ahorrar más en cuentas de retiro personales y, si es posible, retrasar la solicitud de beneficios para obtener un cheque mensual más grande.




El miedo sobre el futuro del Seguro Social en Estados Unidos es más que una simple preocupación; es un factor que está influyendo directamente en las decisiones de planificación de millones de personas. La inacción política, motivada por la aversión a un tema que se considera un "tercer riel", ha erosionado la confianza del público en la capacidad del gobierno para garantizar la seguridad financiera de los jubilados. A pesar de que el programa ha demostrado su resiliencia en el pasado, como en la década de 1980 cuando se implementaron reformas para evitar un colapso similar, la falta de consenso actual crea un ambiente de incertidumbre que obliga a los estadounidenses a tomar la situación en sus propias manos. El reloj avanza hacia 2034, y si los legisladores no actúan, la reducción de los beneficios podría pasar de ser un miedo a una realidad, afectando desproporcionadamente a aquellos que más dependen del programa para vivir con dignidad en sus años dorados, especialmente a las mujeres.

Publicar un comentario

0 Comentarios