En Silicon Valley, el apoyo de algunos líderes tecnológicos a Donald Trump ha comenzado a crear divisiones políticas significativas. Jeremy Lyons, un trabajador de la industria tecnológica que solía considerarse apolítico, ha experimentado este cambio de primera mano.
Un Cambio en la Participación Política
La única vez que Lyons había participado en una protesta fue al inicio del primer mandato de Trump, cuando se unió a otros empleados de Google para manifestarse contra las restricciones de inmigración. En esa ocasión, el cofundador de Google y su CEO se unieron a la causa. Sin embargo, su segunda participación en una protesta, el 5 de abril en San José, tuvo un tono muy diferente.
En esta ocasión, un compañero trabajador tecnológico, que prefirió no revelar su nombre por temor a represalias de los partidarios de Trump, lideró a miles de manifestantes con un megáfono. Se instó a los asistentes a no acosar a los conductores de vehículos Tesla, que han pasado de ser un símbolo del futurismo ambiental a un ícono pro-Trump. Curiosamente, no se vio a ningún ejecutivo tecnológico en la protesta, a pesar de que varios de ellos habían asistido a la inauguración de Trump en enero.
La Brecha Política en Silicon Valley
Lyons, de 54 años, observa que este cambio refleja tanto la evolución de Silicon Valley en los últimos 25 años como el ambiente de miedo que rodea a muchos críticos de Trump en la actualidad. "He visto una transición de una utopía nerd a un enfoque en el dinero primero, moverse rápido y romper cosas", comentó.
Las lealtades políticas en la industria tecnológica siguen siendo divisivas. Mientras algunos líderes de Silicon Valley se inclinan hacia la derecha, muchos trabajadores de la industria permanecen liberales, aunque cada vez más nerviosos y desilusionados. Ann Skeet, directora de un centro en la Universidad de Santa Clara que estudia la ética en la tecnología, afirmó: "Estamos presenciando una verdadera brecha entre la élite de liderazgo aquí en Silicon Valley y su fuerza laboral".
Ejemplos de Apoyo a Trump
Un claro ejemplo de esta división es Elon Musk, el hombre más rico del mundo y CEO de Tesla, quien ha desempeñado un papel destacado en la reducción de agencias federales bajo la administración de Trump. Musk ha sido acompañado por otros multimillonarios del sector tecnológico, como David Sacks, quien recaudó fondos para la campaña de Trump y se convirtió en asesor de inteligencia artificial y criptomonedas en la Casa Blanca, y el capitalista de riesgo Marc Andreessen.
Incluso figuras como Sundar Pichai, CEO de Google, y Mark Zuckerberg, CEO de Meta, asistieron a la investidura de Trump. Zuckerberg, tras recibir críticas de Trump por el financiamiento que dirigió a oficinas electorales locales durante la pandemia, comenzó a elogiar al presidente y donó un millón de dólares al fondo de investidura de Trump.
Consecuencias del Apoyo Tecnológico a Trump
El apoyo de líderes tecnológicos adinerados a Trump ha llevado al presidente demócrata Joe Biden a advertir que Estados Unidos corre el riesgo de convertirse en una oligarquía gobernada por élites. Durante el primer mandato de Trump, Silicon Valley y sus líderes fueron un bastión de resistencia contra el republicano, especialmente en temas de inmigración, dado que la industria atrae a su fuerza laboral de todo el mundo.
En este contexto, miles de personas asistieron a la reciente protesta en un parque del centro de San José para manifestarse contra las políticas de Trump y Musk, evidenciando la creciente tensión y división en la comunidad tecnológica.
El apoyo de algunos líderes tecnológicos a Trump ha generado un clima de división en Silicon Valley, donde muchos trabajadores continúan defendiendo valores liberales. A medida que las tensiones políticas aumentan, la industria tecnológica se enfrenta a un futuro incierto, marcado por la polarización y el desafío de encontrar un terreno común.
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